viernes, 12 de febrero de 2010

Día 17 " El escondite secreto"

_ Fuí con él, ayer temprano... Sabía que en algún lugar iríamos a parar, pero nunca me imaginé cuál realmente era el fin del viaje de ida. Él de a poco recuperaba ciertos recuerdos y me sentía contenta de acompañarlo en aquello, se notába confiado en seguir la larga ruta y me comentaba sobre el paisaje... Reía y me encantaba que lo hiciera, me gusta tanto verlo feliz... Basta solo una sonrisa suya y el brillo de sus ojos para que toda esta espera valga aún más la pena, para fortalecerme y seguir creyendo que falta menos.

Pasamos por un pueblo pequeño, yo no lo conocía, pero era igual a donde me imaginaba que iba a tener mi casa, esa de madera, con una cocina grande, y con el corredor para descansar por las tardes. Recuerdo que eso le dije al oído mientras jugábamos a soñar la última vez antes de la amnesia, que de a poco se está llendo, ahora falta que me reconozca, mientras tanto estoy presentándome nuevamente.

Llegamos a una playa solitaria, caminamos hasta las rocas y nos sentamos... El sonido de las olas y su movimiento ondulante más el aire fresco provocan una sensación de paz increíble, creo que era necesario para mi algo así, justo lo que estaba mirando, daban ganas de cerrar los ojos y quedarse allí por mucho tiempo... Era hermoso y él lo hacía más hermoso aún.

Caminamos, conversamos, reímos y soñamos con nuestros proyectos... Allí... en su escondite secreto que logró recordar... Recordó nuestros besos, porque al fin sentí sus labios nuevamente y en sus manos libertad...

sábado, 6 de febrero de 2010

Día 10 "De acordes y cuestionamientos"

¿Y entonces qué estás esperando?
- Bueno, a que él despierte, le dije y ella soltó una risotada... La única risotada que regaló para el día de ayer... "Tay loca", pero ¡Bien!, si es lo que crees entonces siga en lo suyo y seguimos contemplando las hojas de los arboles tiradas en el parque, sobre una mantilla azul.

Me gusta cuando conversamos, cuando ella me escucha tanto relato suelto, me gusta que se ría de mis tonteras y me gusta contenerla cuando ella explota en tristeza... A veces siento que la vida no es justa... No lo es, pero también sé que todo tiene un propósito, a veces nuestras vivencias parecen laberintos que nunca acaban, pero también otras veces se presenta todo tan claro... Y me cuestiono y también cuestiono al resto y creo que todo lo que ha pasado en mi vida realmente tenía que ser así y no de otro modo. Si tan solo cambiara un episodio de mi vida, nada sería lo mismo... No existiría ni mi socio, ni mi carrera y tal vez ni siquiera viviría en el lugar en donde estoy, quizás estaría en otra ciudad o en otro país y definitivamente no te conocería a ti.
Mientras seguiamos mirando al cielo, con un ir y venir de palabras una guitarra comenzó a sonar, delicadamente se entonaban notas y una voz comenzó a cantar... El tema era de Silvio Rodriguez, pero el perfil lo ocupaba un muchacho de veinte y algo, sentado al lado nuestro, lo que nos obligó a salir de nuestro estado de sueños volados y nos enderezamos a mirar. Él no se detuvo hasta terminar la canción, luego tomó su guitarra y esbozó una sonrisa diciéndo: Solo quise alegrar su tarde y se fue, con ella nos miramos y pensamos que hay personas que son mucho más perceptivas que otras... ¿Tendré cara de tristeza? le pregunté y ella levantó los hombros haciéndo un gesto de ¡No lo sé!... Volví a la escencia misma de mi ser profundo a preguntarme si estaba triste, pero no... No es eso, lo que realmente me mata es la incertidumbre...Eso de pensar que quizás él nunca despertará, de que quizás jamás me volverá a reconocer y que probablemente me quede esperando en el banco de un andén por siempre como la mujer de la canción que canta Serrat, pero a pesar de todo eso siento que siempre...siempre valdrá la pena esperar.

jueves, 4 de febrero de 2010

Día para agradecer.

Quiero que me leas, pero muy despacio... que tu respiración sea cada vez más lenta y profunda... Que no te distraigas ni por medio segundo, porque esto es importante...Muy importante...

Si alguna vez llegaras a leer esto quiero darte las gracias, por tantas cosas...

Por hacerme sentir princesa
Por rescatarme de mis pesadillas
Por dedicar parte de tu tiempo en mi
Por regalarme sonrisas
Por guardar mis secretos en los tuyos
Por que te pierdes en mis manos
Por que compartes mis alegrías
También mis tristezas
Por que me envuelves en tus besos
Por que me enseñas que las cosas pueden ser mejor
Por tus abrazos que me acogen
Por tus miradas
Por las palabras tan precisas
Por el tiempo para mi socio
Por que te quedaste a pesar de los nervios
Por los suspiros en mi oído

Por que simplemente me haces volar...

Te quiero.